miércoles, 18 de mayo de 2011

THIERRY JONQUET: "Tarántula"

A MODO DE INTRODUCCIÓN

         Aprovechando que durante estos días se está presentando en Cannes la nueva película de Pedro Almodóvar (“La piel que habito”) cuyo guión se basa en “Tarántula” de Thierry Jonquet  (París, 1954), vamos a realizar nuestro viaje de hoy por los lugares que frecuentan algunos de los cuatro protagonistas en esta extraña, morbosa y ácida tela de araña de uno de los principales autores franceses actuales de novela negra (aunque si nos atenemos a los patrones tradicionales, sería difícil encuadrarla en dicho género).
         Obra no recomendable para todos los paladares, y en la que los malos tratos, los problemas mentales, los temas sórdidos y sadomasoquistas, los contrarios víctima y verdugo, las ideas de culpa y venganza, el sentimiento de horror, de pesadilla y de violencia, todo ello y mucho más, se muestran y desarrollan con una prosa fría a la par que brillante, que disecciona el alma humana con la misma minuciosidad con la que ejerce la cirugía plástica su protagonista.
         PS1. Los lugares del norte de Francia en los que se desarrolla la obra, y que vamos a reflejar aquí,  han sido sustituidos en la película de Almodóvar por Santiago de Compostela y otras varias localidades de Galicia.
         PS2. ¿Formará parte de la BSO de la película el tema de George e Ira Gershwin, “The Man I Love”, de tanta importancia climática y conceptual en la novela?

BREVE SINOPSIS

         En la vida de Richard Lafargue, un respetable cirujano plástico, hay dos mujeres Viviane y Eve. La primera es su hija, una muchacha precozmente envejecida que sufre los estragos de la locura en un manicomio. La segunda es una joven sofisticada y de una sensualidad que atrae a cualquier hombre que se cruza con ella (menos a Richard). Para ésta Richard ha preparado una jaula de oro y unos castigos periódicos con los que pretende vengar una antigua afrenta que Eve desconoce. No lejos, un joven ladrón, y asesino por accidente, se esconde de la policía. Cree que el único que puede ayudarle es Richard. Internarse en el peligroso triángulo formado por una loca, un hombre enfermo de venganza y una mujer fatal y humillada es lo más arriesgado que ese matón de poca monta ha hecho en toda su vida.

(“Tarántula”. Ediciones B. 2003)


PRIMERA PARTE (La araña)

1

Lafargue levantó la vista hacia el primer piso y su mirada se detuvo en las ventanas de las habitaciones de Ève. Una tenue claridad, un postigo entreabierto por donde escapaban las tímidas notas de un piano, los primeros compases de esa canción, The Man I Love...


"The Man I Love" (piano)

El Mercedes, conducido por Roger, salió de la villa de Le Vésinet para dirigirse a Saint-Germain. Richard observaba a Ève, sentada en actitud indolente a su lado.

Le Vesinet


Saint Germain (Castillo)

2

Eran casi las cinco de la tarde cuando se sentó al volante del Mercedes y se encaminó a París. Aparcó cerca de la plaza de la Concorde y entró en un edificio de la calle Godot-de- Mauroy.

Rue Godot de Mauroy (París)

3

Puso la tele. Dudó entre ver una película del Oeste en FR3 o un programa de variedades en la primera cadena. La película contaba la historia de un bandido que se había convertido en juez tras haber aterrorizado a todo un pueblo. El tipo en cuestión estaba chiflado, andaba por ahí acompañado de un oso y tenía la cabeza en una posición extraña, inclinada hacia un lado: el bandido juez había sobrevivido a un intento de ahorcamiento... Alex quitó el sonido.   

Cartel de "El juez de la horca"( film de John Huston al que se alude en el fragmento)

Él había visto en una ocasión a un juez, uno de verdad, con la toga roja y esa especie de cuello de piel blanco que se ponen. Fue en el Palacio de Justicia de París.

Palacio de Justicia (París)

Jueces frente al Palacio de Justicia de París

SEGUNDA PARTE (El veneno)

1

Después de comer, Roger lo condujo en el coche a Boulogne.

Boulogne

De repente, Eve interrumpió la sonata, ligera y aterciopelada, para atacar los primeros compases de ese tema que Richard tanto odiaba. Canturreó con voz ronca, exagerando los tonos graves: Some day, he’ll come along, The Man I love…




"The Man I Love" (Liza Minnelli en el film NEW YORK, NEW YORK)

Ella le sonrió y lo tomó del brazo. Richard se sentó al volante del Mercedes y condujo unos minutos antes de estacionar el coche en el bosque de Sain-Germain, lleno de paseantes atraídos por la placidez de la noche.


Bosque de Saint Germaine


Había buscado en la enciclopedia quiénes eran esos tipos cuya cara aparecía en los billetes: Voltaire, Pascal, Berlioz...

Voltaire

Pascal

Berlioz

Se tendió en el sofá y continuó con el puzle de más de dos mil piezas que estaba haciendo. El castillo de Langeais, en Turena.

Castillo de Langeais

El primer día había encontrado en el desván varias cajas de maquetas Heller. Utilizando cola, pintura y calcomanías, construyó Stukas, Spitfire y también un coche, un Hispano Suiza de 1935.

Maquetas Heller (Stuka)

Maquetas Heller (Spitifire)

Maquetas Heller (Hispano Suiza)

2

Fue a parar a un pequeño chalet de las afueras, en Livry-Gargan, en una de las zonas residenciales de Seine-Saint-Denis.

Livry-Gargan

Varneroy era un chalado al que Ève había «reclutado» una noche en el Boulevard des Capucines, en la época en que Richard todavía la obligaba a buscar clientes en la calle.

Boulevard des Capucines (París)

4

Viajó hasta allí más tarde. La villa de Lafargue era imponente y estaba rodeada por una tapia que ocultaba la fachada.

Lafargue

 
En Meaux, en el club nocturno donde trabajaba, los alborotos eran cosa frecuente, y él sabía calmar rápidamente a los que armaban bronca.

Meaux

TERCERA PARTE (La presa)


2

La playa de guijarros de Étretat estaba abarrotada. Los turistas se apiñaban a la orilla del mar. Había marea baja.

Étretat (playa)


Pasearon por el camino elevado que serpentea a lo largo de la roca y termina en un túnel que desemboca en la playa donde se alza el peñasco llamado l'Aiguille Creuse.

Étretat (peñasco de l'Aiguille Creuse)

2 comentarios:

  1. Some day he´ll come along... Qué oportunidad tan estupenda ahora que se acaba de estrenar La piel que habito de Almodóvar!!
    Aunque habiendo visto Carne Trémula y leído Live Flesh de Ruth Rendell (entrada obligada Isma!!) me puedo imaginar lo poco que se parecerá la una a la otra. No sé para qué se gasta este hombre las pelas en derechos de autor, cuando luego no tiene nada que ver el original con la adaptación. Pero cuando la lea seguro que diré como la cabra que se acababa de comer una cinta de video: está bien pero me gustó más el libro!!

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  2. Coincido contigo, amigo Ángel: cualquier parecido entre la realidad de la novela de Ruth Rendell y la ficción de "Carne trémula" film eran puras coincidencias, así que ahora me temo lo mismo. Prometida entrada a "Live flesh" un día de estos.

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