sábado, 19 de marzo de 2011

MARI JUNGSTEDT: "Nadie lo ha visto"


A MODO DE INTRODUCCIÓN


Mari Jungstedt (Estocolmo, 1962) es una escritora sueca de novelas policíacas que, tal vez debido al éxito obtenido por la trilogía de Stieg Larsson, ha visto cómo su serie de novelas protagonizadas por el comisario Knutas (hasta el momento parece ser que siete) está obteniendo un considerable éxito, al menos en lo que a ventas se refiere.
Vamos a dar por inaugurado el presente blog haciendo un recorrido por la isla sueca de Gotland, sobre todo dando un paseo por la ciudad de Visby, y aprovechando la lectura para, entre otros lugares, acercarnos a la pequeña islita de Farö, situada al norte de Gotland (sin olvidar un pequeño promenade por la capital del país, Estocolmo)
Para los fragmentos seleccionados sigo la edición española de EMBOLSILLO (2010), con traducción de Gemma Pecharromán Miguel. Los números de las páginas son los de dicha edición.


BREVE SINOPSIS
La temporada turística empieza en la aparentemente tranquila isla sueca de Gotland. Como cada año, Helena, vuelve a la isla en la que pasó los primeros años de su vida y celebra una fiesta con sus amigos de infancia. Pero Helena bebe más de la cuenta y acaba bailando con su amigo Kristian y provocando los celos de su marido Per. Cuando ya no puede soportarlo más, Per reacciona de forma violenta y pone punto y final al buen ambiente que se respiraba. Al día siguiente, Helena está paseando por la playa y es salvajemente atacada. Cuando se encuentra su cuerpo, cruelmente asesinado, su marido es inmediatamente inculpado. Pero unos días más tarde aparece muerta Frida, una compañera de colegio de Helena, que ha sido asesinada en las mismas circunstancias. La psicosis se apodera del pueblo y el inspector Anders Knutas debe acelerar las investigaciones antes de que el asesino golpee de nuevo.









   Mapa del sur de  Suecia (con la isla de Gotland en el mar Báltico)






Página 11
Saltó de la mesa y empezó a rebuscar entre los CD. Una de las pocas cosas modernas que había en la sala era el equipo de música. Condición indispensable para que Per pudiera siquiera plantearse pasar más de un día en la casa. Enseguida sonó Hákan Hellstróm en los altavoces. Per siguió el ejemplo de Beata y empezó a dar vueltas con ella. Los demás también se levantaron y comenzaron a bailar de tal manera que las vigas del suelo temblaban.  


(Como la novela no nos dice qué canción sonaba, he seleccionado la que me ha parecido más apropiada)
Página 34


Aún era de día cuando el avión tomó tierra en el aeropuerto, poco después de las nueve. El trayecto en taxi hasta la ciudad fue rápido (el aeropuerto está sólo a tres kilómetros al norte de Visby).-¡Qué impresionante es la muralla! Peter no había estado nunca en Gotland.-Fue construida en el siglo XIII -le explicó Johan. Mide más de tres kilómetros y medio de longitud y es una de las murallas mejor conservadas de Europa. Ya ves la cantidad de torres que tiene. Enseguida pasaremos por la Puerta Norte para llegar al hotel. Tiene también varios arcos de entrada, y los grandes llevan el nombre de tres de los puntos cardinales: Österport, Söderport y Norderport. Nunca ha existido ningún Västerport. Al oeste se encuentra el mar con el puerto de Visby. Y ésa -añadió, señalando por la ventana- es la catedral de Sankta Maria, también del siglo XIII. Sus tres altas torres se alzaban hacia el cielo.
                                                                      
                                                        Catedral de Visby

                                           Catedral

                                          Murallas


Murallas

                                                   Norderport

                                                                      Osterport

                                                                          Soderport

                                                                 Puerto de Visby


Página 42
Despertó a Johan la alegre melodía de su móvil, que se repetía con insistencia. Al principio no sabía dónde se encontraba. La melodía dejó de sonar. Se incorporó y se quedó mirando el papel pintado con flores suaves. Todo estaba en silencio. Nada del ruido del tráfico al que estaba acostumbrado al otro lado de la ventana. Sí, claro. El hotel Strand, en Visby.
                                          Hotel Strand, en Visby



                                                                      Hotel Strand



Página 43
Decidió ir dando un rodeo, aunque de hecho no tenía tiempo. Sólo a unos metros contempló la parte norte de la muralla, que se extendía hasta más allá de las casas. La muralla estaba rematada en este lado por la vieja torre de la pólvora, Kruttornet, que en sus orígenes fue una torre defensiva. Disfrutó de la vista antes de doblar hacia arriba por la callejuela de Rostockergränd. Pasó al lado de las típicas casas bajas de piedra, con sus rosales trepadores cuajados de capullos, y de las vallas que protegían los jardines en su interior. En muchas casas, las ventanas estaban sólo unos centímetros por encima del suelo. Las puertas que daban a la calle eran tan bajas que todo el que midiera más de metro y medio tenía que agacharse para entrar.
                                                                Torre Kruttornet

                                                Rostockergrand

Página 47                                                       
El mar estaba agitado. Las olas hacían espuma y se arremolinaban, las chillonas gaviotas revoloteaban en bandadas sobre las olas. Las islas Stora y Lilla Karlsö parecían surgir del mar. Las formaciones rocosas se apreciaban con claridad, al menos las de la isla Lilla Karlsö. Stora Karlsö se escondía detrás, más plana y más lejana.



                                                              Lilla
                                                     
                                                                   Lilla y Stora

                                                           Gaviotas en Stora



Página 49
Pasaron cerca del campo de tiro de Tofta y junto a la iglesia con su torre revestida de tablas de madera cubiertas con alquitrán, antes de reducir la velocidad para cruzar el pequeño pueblo de Västergarn y continuar luego por las afueras de Klintehamn, un pueblo grande. Al cabo de unos pocos kilómetros, se encontraron delante de la iglesia de Fröjel, revocada en blanco, que se alzaba al borde de la carretera. Desde allí se podía ver el mar con mayor nitidez. Algunos caballos de color castaño trotaban por un prado.
                                                                Tofta (Iglesia)

                                                                  Västergarn

                                                                    Iglesia de Fröjel

Página 61



 Bajaron hasta la calle Strandgatan y siguieron a través de una salida de la muralla hasta el parque de Almedalen, un espacio amplio y abierto, con bancos, fuentes, césped y un escenario en el que los políticos solían pronunciar sus discursos durante la tradicional semana de los políticos, en julio. En verano, el parque estaba a rebosar de turistas que tomaban el sol y de familias con niños. Ahora estaba desierto. Cruzaron el parque y dieron un paseo por el puerto, donde el viento procedente del mar era fresco. En el puerto apenas había barcos. La mayoría de las terrazas y restaurantes estaban aún cerrados. Dentro de dos o tres semanas, estarían cada tarde repletos. a ciudad tenía un aspecto totalmente distinto cuando no estaba abarrotada por hordas de turistas. Subieron por la escalera al lado de la iglesia, Kyrktrappan, hasta las casas pintorescas de Klinten. Visby se extendía a sus pies como un hormiguero de casas, antiguas ruinas y calles estrechas, que se apiñaban dentro de la muralla. Con el mar al fondo.



                                                                Calle Strandgatan

                                                             Parque de Almedalen

                                                  Puerto de Visby con veraneantes

                                                                       Kyrktrappan

                                                            Casas pintorescas de Klinten

                                                     Casas pintorescas de Klinten

                                              Casas pintorescas de Klinten (antiguamente)



Había oscurecido ya cuando bajaron por la cuesta de Rackarbacken y pasaron al lado de la catedral. Dentro, el coro estaba ensayando. Las notas suaves de En vänliggrönskas rika dräkt fluían al exterior a través de la puerta de madera.

                                                          (En vänliggrönskas rika dräkt)

Pág. 78
Al momento las voces claras de los niños llenaron el aula. Cantaron Den blomstertid un kommer, acompañados por Enma al piano.






Pág. 80
La vio en la calle Hastgatan, a través de los grandes ventanales del café que había al otro lado de la calle.
                                                               Calle Hastgatan

Pág. 91
Eran las siete de la mañana y estaba solo en la piscina de veinticinco metros de Solbergabadet.
                                                             Solbergabadet

Pág. 95
El local estaba lleno. Munkkällaren continuaba siendo un sitio muy frecuentado.El establecimiento, de estilo rústico, con sus arcos medievales, llevaba abierto más de treinta años y ya era casi una institución en Visby. En invierno sólo permanecían abiertos el bar pequeño y una zona del restaurante. Lo cual se quedaba pequeño los fines de semana. Durante la temporada alta, «Munken», según la denominación popular, se transformaba en un centro de diversión, con varias zonas de restaurantes, bares, pistas de baile y un escenario para actuaciones en directo. Ya por esas fechas,el viernes por la tarde abrían algunos de los bares pequeños: el bar de la salsa, el bar del vinilo y la pequeña e íntima cervecería. Todos estaban llenos hasta la bandera. Frida Lindh y sus amigas estaban sentadas alrededor de una mesa redonda en el centro del bar del vinilo. Se habían sentado allí estratégicamente para poder ver y ser vistas.El ambiente era ruidoso y desenfrenado.  En los altavoces sonaba Riders on the storm de The Doors a todo volumen.  Estaban tomando unas cervezas en jarras grandes y unos chupitos en vasos pequeños. En la mesa de al lado, unos chicos más jóvenes jugaban al backgammon.
                                                    Munkkällaren (edificio izquierdo)

 Munkkällaren (de noche)

                                                        Riders on the storm (The Doors)


Pág. 99
A la izquierda del camino se encontraba el cementerio.  Las lápidas estaban como en una parada tétrica en el interior del muro bajo de piedra.
                                                        Cementerio de Visby

Pág. 165
Knutas conducía rápido en dirección a Sudret. Karin Jacobsson y Martin Kihlgárdiban en los asientos traseros. Habían tomado la carretera 142 que discurría justo por el centro de la isla. Pasaron Träkumla, Valí y Hejde. Cruzaron luego el páramo de Lojsta, donde los caballos autóctonos de Gotland, gotlandsruss, viven casi salvajes. Karin, que había trabajado como guía turística en su juventud, le habló a Kihlgárd de los caballos de Gotland, o carneros del bosque como también se los conoce.-¿Has visto el cartel donde pone Russpark? Si continúas unos kilómetros más, llegas a la zona de Lojsta, donde están los caballos. Están ahí en manada todo el año, haga el tiempo que haga. Hay cincuenta yeguas y un semental. El semental se queda de uno a tres años, en función de cuántas yeguas haya conseguido cubrir. Suelen nacer unos treinta potrillos al año.-¿Qué comen?-preguntó Kihlgárd, al tiempo que su mirada se concentraba en la esquina de una bolsa con cochecitos de gominola, que luchaba por abrir; al fin claudicó y abrió la esquina con los dientes.-Les echan heno durante el invierno, el resto del año comen hierba y lo que el bosque les ofrece. Sólo los encierran un par de veces al año, una para cuidarles los cascos, y la otra, en julio, con ocasión del concurso de premios de los caballos.-¿Y qué sentido tiene mantener a estos caballos, si están ahi fuera todo el año?-Es para proteger la raza. El caballo de Gotland es la única raza de pony autóctono que se conserva en Suecia. Tienen sus orígenes en la Edad de Piedra. A principios del siglo XX estuvieron en peligro de extinción. Entonces empezaron a cuidarlos, y ahora la yeguada ha aumentado. Ahora hay alrededor de dos mil ejemplares en Gotland, y unos cinco mil en el resto de Suecia. Son unos caballos de monta muy populares. Como sólo tienen unos 125 centímetros de alzada, son perfectos para los niños. También por su temperamento. Son caballos obedientes, dispuestos a trabajar y resistentes. Además, son buenos para el trote. Mi hermano tiene caballos aquí. Yo suelo acompañarlo el día de los premios. Nos reunimos por la mañana temprano, y unas treinta personas ayudamos a llevar los caballos juntos. Es una experiencia maravillosa -concluyó Karin con una expresión gozosa en los ojos.

Páramo de Lojsta con gotlandsruss

Gotlandsruss

                                                         Gotlandsruss (concurso de premios)



Pág. 168
Cuatro grandes aerogeneradores dominaban el árido paisaje de Grötlingboudd. Prados cercados con paredes bajas hechas de piedra bordeaban la carretera que conducía hasta el mar. Las típicas ovejas de Gotland, hánnlamb, de lana gruesa y cuernos retorcidos, pastaban entre los bajos enebros, los pinos azotados por el viento y grandes bloques de piedra esparcidos aquí y allá. La finca de Hagman se encontraba casi en el extremo del cabo, con vistas sobre la bahía de Gansviken. Fue fácil localizarla entre las pocas casas que había allí fuera. Karin les indicó el camino ,puesto que ya había estado antes allí.


 Bahía de Gansviken


                                                                    Hánnlamb


Pág. 214
Al día siguiente, Knutas y Jacobsson salieron hacia Estocolmo. Tomaron un taxi desde el aeropuerto hasta la comisaría de Kungsholmen. El sol era abrasador, con casi treinta grados de temperatura. Cuando se acercaban a Norrtull, el tráfico se intensificó. El aire vibraba por el calor y la contaminación de los tubos de escape. A Knutas le impresionaba la increíble situación del tránsito cada vez que visitaba la capital. Aunque era un domingo de verano, los coches avanzaban a paso de tortuga. Cruzaron el puente de Sankt Eriksbron, atravesaron la glorieta de Fridhemsplan colapsada por el tráfico y con innumerables semáforos en rojo, y giraron por la calle Hantverkargatan hacia la plaza de Kungsholmstorg. Kungsholmen era imponente, siempre se lo había parecido. Con los edificios de Landstingshuset (la diputación provincial), Stadshuset (el ayuntamiento) y Rädhuset (la sede de los juzgados). Recordó que alguien le había contado que Rädhuset fue edificada por el arquitecto que quedó segundo en el concurso convocado para decidir quién iba a construir el ayuntamiento de Estocolmo, a principios del siglo XX. El  ganador  fue  Ragnar  Östberg,  seguido  de  Carl  Westman;  en  lugar  del ayuntamiento, Westman pudo construir Rädhuset en la calle Scheelegatan. Al comisario, el edificio le parecía, por lo menos, tan elegante como el del ayuntamiento.
                                                     Puente de Sankt Eriksbron

                                                   Vistas desde el puente de Sankt Eriksbron

                                                   Ayuntamiento de Estocolmo

                                                 Edificio de los juzgados de Estocolmo
Pág. 215
El edificio estaba casi al final de la calle Hornsgatan, muy cerca del agua y de las antiguas piscinas de Liljeholmsbadet, unas piletas públicas flotantes, construidas sobre pontones dentro del lago. Amenazadas de cierre muchas veces, aún seguían allí.


                                                               Liljeholmsbadet


Pág. 219
Una hora más tarde abandonaban el local, con She bangs de Ricky Martin zumbándoles en los oídos

                                                            (Ricky Martin canta "She bangs")




Pág. 220
El establecimiento le fascinaba y echó a correr por Nordergravar. Eligió aquel camino porque le parecía divertido. Solía imaginarse las batallas medievales entre suecos y daneses, en las que el combate se libraba hasta la última gota de sangre. Mientras corría a su aire, subiendo y bajando entre los montículos, se olvidaba de su horrible vida cotidiana. Encontró un palo largo y empezó a blandirlo en el aire. Hacía como si fuera uno de aquellos guerreros que lucharon al lado del monarca sueco contra el danés, Valdemar Atterdag, que conquistó Gotland y convirtió la isla en una provincia de Dinamarca en el siglo XIV. Estaba tan concentrado en su juego que no se fijó en las cuatro figuras que lo estaban observando desde lo alto de uno de los montículos.
                                                                 Nordergravar
                                                                Valdemar Atterdag
Pág. 222
Pasaron por la bahía de Värtan, con sus aguas resplandecientes.
                                                                    Bahía de Värtan
Pág. 232
Los jóvenes abandonaron la fiesta cuando estaba en lo mejor. Habían reservado el restaurante de la playa en Nisseviken para aquella noche. (….) Petter se dirigía hacia las casetas de la playa que se alquilaban como casitas de veraneo durante la temporada turística. (….) Aquello parecía realmente emocionante. Hacer el amor en una vieja caseta de pescadores abandonada.
                                                         Playa en Nisseviken
                                                    Restaurante en playa en Nisseviken
                                                Casetas de pescadores en la isla de Gotland
Pág. 235
Gamla Stan, el barrio antiguo de Estocolmo, tenía un gran parecido con Visby. Este pensamiento siempre asaltaba a Knutas cuando visitaba la capital. Disfrutó del ambiente. Muchos de los bellos edificios con adornos de hierro en las fachadas y esculturas sobre los pórticos eran del siglo XVII, cuando Suecia era una gran potencia en Europa y Estocolmo conoció un gran desarrollo. Las casas estaban muy juntas unas a otras y recordaban lo poblada que estuvo la capital en aquellos tiempos. Las estrechas calles adoquinadas se bifurcaban desde el centro histórico de la ciudad, la plaza de Stortorget, como los brazos de un calamar. Ahora, Gamla Stan estaba lleno de restaurantes, cafés y tiendas pequeñas que vendían antigüedades, objetos de artesanía y, naturalmente, infinidad de baratijas.El barrio de Gamla Stan y Visby tenían muchas cosas en común. La influencia alemana  fue  muy  grande  en  las  dos  ciudades  durante  la  Edad  Media.  Los comerciantes germanos habían dominado en ambas por igual y dejaron su impronta en los edificios y los nombres de las calles. También Gamla Stan había estado rodeada por una muralla defensiva, demolida en el siglo XVII para dejar sitio a los muchos grandes edificios que se construyeron entonces. Al otro lado de las vallas que daban a la calle empedrada se podían entrever pequeños oasis verdes y jardines en flor, igual que en Visby. Anders Knutas y Karin Jacobsson bajaron hasta la calle Österlánggatan. A él le gustaba  más  que  la  calle  Västerlánggatan,  más  comercial.  A  lo  largo  de Österlánggatan había más galerías de arte, tiendas de artesanía y restaurantes.
                                                          Plaza de Stortorget (Estocolmo)
                                                             Plaza de Stortorget
                                                      Calle empedrada en Gamla Stan
                                                             Calle Österlánggatan
Pág. 251

El tiempo parecía que iba a ser como los meteorólogos habían pronosticado. El cielo estaba de un amenazador gris oscuro y por el oeste se acercaba una masa de nubes negras, que parecían presagiar lluvias abundantes. Emma, en la proa del transbordador, contemplaba la isla de Farö, cada vez más cerca. La travesía del estrecho sólo duraba unos minutos, pero quería aspirar la brisa marina y disfrutar de la vista. Farö era uno de sus lugares favoritos. La isla, agreste y solitaria, con sus originales formaciones calcáreas, raukas, y sus largas playas de arena, no atraía sólo a Emma. En verano, aquello era un hervidero de turistas.
                                                              Transbordador a Faro
                                                    Formaciones calcáreas, raukas, en Farö
                                                    Formaciones calcáreas, raukas, en Farö




5 comentarios:

  1. Supongo lo siguiente:

    1. Leer 'Nadie lo ha visto'.

    Con la idea de llevar tu 'viaje' a este blog, leerás la novela tomando notas y apuntando sugerencias.

    2. A partir de tus notas, buscar los lugares y canciones a los que hace referencia la novela.

    3. Darle forma a las sugerencias apuntadas.

    4. Enmaquetar y presentar.

    Todo un trabajo, si señor!

    Felicidades!!!

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  2. Vaya!
    Muy bonitos paisajes!
    Muy buena recopilación. Toda una guía de viaje.
    Lo pondré en mi lista de destinos pendientes para cuando haya dinero (dentro de 100 años).
    Saludos desde Almería!

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  3. Ahora mismo estoy alucinado!! Qué sorpresa tan inesperada!! Qué asunto tan interesante. Las sugerencias, las imágenes, las páginas de este libro que tengo que leer YA!!
    Un abrazo amigo, y suerte (o mejor, mucha mierda) con esta empresa!!

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  4. Muchas gracias Carlos y Ángel por vuestros ánimos y felicitaciones. Sólo espero, aparte de entretenerme y aprender (¡madre mía lo que se aprende!), motivar a los visitantes del blog a disfrutar mejor con la lectura de las novelas reseñadas (y si además sirve para atraer la curiosidad por los lugares mostrados y viajar a conocerlos in person, miel sobre hojuelas). Un abrazo Ismael

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  5. Susana Benavente Ferrera29 de mayo de 2011, 6:17

    Lo que a veces me desanima a la hora de dedicar mi escaso tiempo libre a la lectura de un libro contemporáneo, es encontrarme catapultada a geografías de las que no poseo la menor imagen (ni real ni virtual). Carecer de escenario donde colocar acciones y personajes le resta interés a esa lectura. Gracias, Ismael, a partir de ahora, contaré con tu guía para dejarme atrapar por algún autor de los que antes consideraba demasiado distantes. Un beso y felicidades,tu trabajo me encanta.

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