viernes, 1 de abril de 2011

PETROS MÁRKARIS: "El accionista mayoritario"

A MODO DE INTRODUCCIÓN
Mi amiga y no-novia Isamay se casa este mes de Agosto en la isla de Creta. A ella va dedicada esta entrada basada en la novela “El accionista mayoritario” de Petros Márkaris y en la que dicha isla tiene un relativo protagonismo (sin olvidar, por supuesto, la ciudad de Atenas). ¡Y serán felices y comerán perdices!
Petros Márkaris  (Estambul, 1937) ha conseguido, gracias a su peculiar y siempre estresado comisario Jaritos, convertirse en el autor griego de novela policiaca más importante actualmente.
En esta ocasión seguimos la edición de la obra de la Editorial Tusquets. (Aviso a navegantes: en la presente edición los topónimos se encuentran castellanizados)


BREVE SINOPSIS
En un  caluroso mes de junio Kostas Jaritos de pronto recibe una terrible noticia: el barco en el que su hija Katerina viajaba a Creta, donde se disponía a disfrutar de unas breves vacaciones con su novio, acaba de ser asaltado por un comando terrorista. La vida de todos los viajeros corre peligro, pero los terroristas callan, ni siquiera han declarado de qué nacionalidad son, qué pretenden hacer con el barco ni qué condiciones piensan exigir a cambio de la vida de los pasajeros. ¿Son islamistas de Al-Qaeda, palestinos, chechenos? En estas, le ordenan investigar el asesinato de un modelo publicitario que trabaja haciendo anuncios para la televisión. El comisario tendrá que mantener toda su sangre fría para lidiar en ambos frentes: el del mundo de la publicidad y el del terrorismo internacional, mientras su vida familiar se ve dramáticamente afectada.


Isla de Creta



Capítulo 4
-¿En qué lugar se encuentra El Greco en estos momentos?
-En alta mar, delante del puerto de Suda
Suda (desde alta mar)

Capítulo 5
-El centro de operaciones se ha instalado en la base naval de Suda
Suda (base naval)

Capítulo 6
-El coche patrulla que me trae de Suda me deja delante de la plaza. El conductor quería acercarme hasta el hotel Samariá, pero he preferido andar un trecho

Hotal Samariá (Janiá)

Capítulo 7
Comemos en el Karnaguio, en el muelle antiguo, delante del Gran Arsenal. Me lo recomendó el conductor del coche patrulla; me dijo que era el mejor restaurante de Janiá y, probablemente, de toda Creta, exceptuando la zona de montaña.

Janiá


Pero yo soy más de la escuela de Vasilis Tzitzanis y de su canción «Domingo encapotado».

Vasilis Tsitsanis ("Cloudy Sunday")


-Hemos sobrepasado el monasterio de Guvernetos, en dirección a Spileos Kazolikós.
Monasterio de Guvernetos


-Helicóptero dos a base —se oye en ese instante por una de las líneas abiertas—. Señor, en este momento El Greco entra en el golfo de Janiá.

Janiá

Parker, que hasta ese momento había estado de pie, siguiendo las evoluciones del barco en la pantalla, se aleja de mi lado y se dirige a un mapa grande de Creta, extendido sobre la mesa. Toma una regla y empieza a hacer mediciones en busca de algo. Por un instante nuestras miradas se apartan del barco y se vuelven hacia él, sin entender. ¿Qué busca exactamente? La regla se detiene en un punto y Parker pregunta:
-What are these?
-Son las islas Zodorú —le contesta uno de los operadores—. Oficialmente se llaman de San Teodoro, pero la gente de Janiá las llama Zodorú.
-Van hacia allí —dice Parker—. Se hallan frente a Janiá, pero a una distancia de seguridad. Se situarán cerca de la ciudad, pero lejos de la base de Suda, para no correr el riesgo de que les asaltemos por sorpresa.
Al cabo de hora y media tenemos que darle la razón: El Greco fondea delante de las oscuras bahías de las islas Zodorú.

Islas de San Teodoro


Faro en islas de san Teodoro

Capítulo 8
-¿Dónde lo han matado?
-Suena un poco extraño, en el Centro Olímpico del Fáliros.
Centro olímpico del Fárilos (detalle)

Capítulo 11
Panepistimiu se abre frente a mí envuelta en el halo amarillento producido por la luz de las farolas.

Panepistimiu (detalle)


Enfilo Sofokleus y entro en la zona peatonal de Eolu. En los parterres hay parejitas y, en pequeños grupos, gente sentada conversando. Eolu tiene la misma iluminación que Panepistimiu, el mismo reflejo, las mismas luces amarillentas, como si la mitad de Atenas tuviese ictericia.

Eolu (Atenas)


Eolu (Atenas)


Capítulo 12
Cruzo el puente y entro en Jalkida. La familia Ifantidis vive en una calle paralela a la zona de ligoteo del paseo marítimo, por donde desfila toda suerte de pizzerías, bares de tapas, restaurantes y cafeterías con los primeros clientes, que no se sabe a qué se dedican, anclados desde las diez de la mañana con un café frapé, el móvil sobre la mesa, y un poco más allá el paquete de Marlboro y el encendedor.

Jalkida (vista nocturna)


Capítulo 16
-Fíjese en la bandera del palo mayor —me dice Kula.
Levanto los ojos y al lado de la bandera griega veo ondear otra tricolor: roja, azul y blanca, y, a un lado, una especie de escudo, con una cruz en el centro y una corona.
-¿Qué bandera es ésa?
-Han dicho que la de Serbia.
Bandera de Serbia

Capítulo 17
-El revólver es una Luger, con toda seguridad, y puedo decirle también el año de fabricación.
-Te escucho —le digo, desganado, porque en este momento he puesto el asesinato de Stelios Ifantidis en lista de espera.
-Es de 1942 o de 1943
Luger de 1942

Capítulo 19
El Mirafiori es un coche genuino, no un Porsche aparcado delante de una mansión con su cubo para lavarlo al lado. Te puede dejar tirado en la carretera, sí, pero en eso es igualito que Grecia.

Mirafiori de Fiat

Capítulo 30
Después telefoneo a Fanis y decidimos encontrarnos en el Flocafé, al final de la avenida Alexandras. Como cae muy cerca de Jefatura, llego el primero. Me demoro un cuarto de hora saboreando un café expreso a pequeños sorbos, hasta que veo aparecer a Fanis por la acera.

Flocafé (Atenas, avda. Alexandras)

Capítulo 31
La idea que se me ha ocurrido en esa noche de insomnio es que, en lugar de los Alpes suizos, tal vez sea preferible Nea Filadelfia. (…)
-¿Dónde piensas llevarme? —me pregunta mientras nos dirigimos al Mirafiori.
-He pensado que podríamos ir a Nea Filadelfia.
-Hoy no dejas de sorprenderme —me dice—. ¿Por qué dar una vuelta por Nea Filadelfia? ¿Ya no existen Kifisiá, Malakasa o Agios Merkurios?
-Porque Kanakis hace un estupendo helado de café a la constantinopolitana que te encanta.

Nea Filadelfia (Parque)

Capítulo 33
Ahora estamos sentados en una taberna de la plaza Kesarianí, exactamente detrás de la iglesia, y hemos pedido salmonetes, boquerones marinados y pescadito frito, además de una ensalada mixta.

Plaza Kezarianí (tabernas)


Detalle menú en plaza Kezariani

Capítulo 50
Pongo rumbo a la playa sin un destino concreto. Cuando llego al Delta del Fáliros, me desvío mecánicamente hacia el Pireo y acabamos en el puerto de Microlimani. La mayoría de tabernas no son auténticas o son una horterada para extranjeros, pero hoy no voy en plan sibarita. Pido para mí salmonetes a la brasa y Adrianí, que se ha decantado por la lubina, encuentra un pretexto para refunfuñar porque está un poco seca y porque Grecia se ha llenado de listillos que te atracan en cuanto te  despistas, vayas al mercado o a los turísticos restaurantes de pescado de Microlimani.

Microlimani (Puerto)

5 comentarios:

  1. ¡Cuántas coincidencias! A mí también me gusta mucho Márkaris. Me divierte mucho su relación con el diccionario, su tira y afloja con Adrianí, su amigo comunista, su retrato de la Grecia-post. Estoy esperando el próximo título. Estará bien ver cómo interpreta la crisis, el rescate financiero y estos nuevos años.
    Por cierto, Ismael: qué bien contado todo, y que maravillosas selecciones de música, imagen y literatura. ¡Gracias!

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  2. Gracias, Marta, por tus piropos, y qué alegría encontrarte encaramada en este sillón de orejas para viajar leyendo. No todo van a ser paellitas en una playa de Valencia (aunque fue maravilloso el ratito vivido, y ojalá se repita de vez en cuando)

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  3. Acabo de leer el libro y buscaba una foto para colgarlo en mi album de libros leídos en facebook cuando he encontrado tu blog. Muchas gracias por tu labor y un abrazo desde Ucrania.

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  4. Alegra sentir que el mundo es pequeño, a pesar de su extensión, cuando recibo un abrazo desde Ucrania. Muchas gracias.

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  5. Desde València ciudad, ¡no os perdáis 'Liquidación Final', también de Márkaris, si es que aún llego a tiempo. La mejor paella de València jamás está en la ciudad, hay que irse, por lo menos, hasta El Saler :-)

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